EL CARNAVAL DE GUARANDA
Carnaval en Ecuador
El carnaval ecuatoriano es muy cultural y se celebra con agua, espuma de carnaval, talco o harina para pintarse la cara o cualquier tipo de pintura del tipo vegetal. El lugar más conocido de esta celebración es la ciudad de Guaranda, capital de la Provincia Bolívar, a 4 horas de la capital del Ecuador, a donde llegan desde la misma sierra y la costa ecuatoriana por encontrarse en medio del Ecuador. Se bebe el típico licor de la zona, el "pájaro azul". Existe un desfile de carros alegóricos, identificando diversos temas y la mayoría de comparsas baila el tradicional himno carnavalero "El carnaval de Guaranda".
Una celebración diferente es la que se lleva a cabo en Ambato, tierra de las flores y de las frutas, donde la característica, a diferencia del resto del Ecuador, son las comparsas culturales, donde se lleva a cabo el desfile de carros alegóricos, decorados con flores y frutas de la zona y llegan delegaciones de otros países para desfilar en él. En la costa la celebración además del agua, la espuma y globos también se une las celebraciones culturales de la zona como en Esmeraldas donde se realizan festivales internacionales de culturas afro americanas en lugares como "La calle 8" y el Balneario las Palmas. Esta celebración tiene muy buena acogida por toda la población, tanto es así que en cada una de las ciudades se ofrecen hermosos y culturales espectáculos.
En la parte sur del país, especialmente en las provincias de Azuay y Cañar, también se utiliza el agua y algunos otros elementos como la harina en una especie de guerras, normalmente entre familiares y conocidos. Además también existen varios espectáculos públicos y privados. El plato típico de esta festividad en Cuenca es el motepata. Sin embargo en esta zona, esta fecha también es aprovechada por muchos para irse de vacaciones a otras partes del país, razón por la cual, en la ciudad de Cuenca, la más poblada de la zona, la cantidad de transeúntes y vehículos disminuye considerablemente.
Carnaval de Guaranda
Si bien es cierto que en las comunidades de Chimborazo y Bolívar, los pintorescos personajes y el derroche de folclor y música convierten a las fiestas de carnaval en un atractivo que convoca a los turistas nacionales y extranjeros, en el caso del Carnaval de Guaranda este rescata tradiciones y costumbres que lo hacen muy particular.
No en vano se entona ese danzante tan tradicional que dice: “A la voz del carnaval todo el mundo se levanta, todo el mundo se levanta, que bonito es carnaval”. En Guaranda, la preparación de los actos comienza desde la primera semana de febrero con la elección de la reina y del Taita Carnaval, personaje este que durante los cuatro días que se celebra el carnaval, no solo simboliza la amabilidad de los guarandeños sino que, además, preside los desfiles y baila al compás de la banda de pueblo mientras degusta el tradicional licor “Pájaro Azul” preparado en los añejos alambiques de San Pedro de Guanujo.
Pero este no es el único atractivo. Durante la fiesta, las angostas y adoquinadas calles de la ciudad se convierten en una vitrina para observar el folclor y las costumbres indígenas y mestizas. En el pregón de las comunidades, por ejemplo, la “carishina” (hombre vestido de mujer) encabeza las comparsas al igual que los carros alegóricos decorados con paja, flores y plantas del campo, que se alternan con los desfiles y comparsas organizadas por chiquillas guarandeñas que bailan ritmos modernos mientras salpican de harina, talco y mixtura a los transeúntes.
Carnaval de Guaranda, una fiesta popular Andina
Con bastante razón se considera que la cultura es totalizadora, cuando
el concepto ha podido rebasar reducidas circunscripciones ideológicas.
No de otra manera debe ser abordada la colorida fiesta mayor de los
carnavales de la ciudad de Guaranda y la provincia de Bolívar. Ésta
reúne la expresión de un espíritu colectivo amasado en las cadencias
históricas de los pueblos, asentados por centurias unos, y milenarios
otros, en la escalinata andina que emerge desde el vientre frondoso de
la yunga en bucólico salto a las blancas nieves del dios Chimborazo.
Los pueblos, desde la particularidad de sus culturas, pero también
desde sus relaciones y circunstancias, aportaron, en la gestación de
horas y tiempos imprevistos, los fundamentales elementos de lo que hoy
es la fiesta de carnestolendas. Si los estudiosos, los investigadores y
los ciudadanos quieren hallar en barro cocido la sinergia, es
precisamente aquí donde pueden hacerlo. Desde lejanas tierras y tiempos,
las gentes del Mediterráneo, a través de oleajes hispanos y lusitanos,
trajeron costumbres y festejos a los Andes de El Dorado, enhebrando el
mestizaje con las formas de vivir de las culturas del maíz y adoración a
la Pachamama. La sensual guitarra es andaluza, mientras que el curtido
tambor y el doliente pingullo son andinos. La música tristealegre posee
el ritmo de los sonidos telúricos de esta siempre verde sección de
Abya-Yala, mientras la letra castellana nace de la versificación popular
heptasílaba de los juglares, que alimentaron y difundieron el idioma en
la Península, presta para el pícaro contrapunto.
Junto al ritual del Camari, en que los
conciertos y huasipungueros entregaban los frutos de la tierra y de su
inhumana situación siervoesclava a los hacendados, a cambio de capachos
de trago; a la presencia de estos últimos ingresando en sus mejores
cabalgaduras, ataviadas de finos aperos, a las empedradas calles de la
ciudad acompañado de mayordomos, conciertos y huasicamas, con
bastimentos cargados en las acémilas de la hacienda para asegurar los
banquetes de la fiesta, lo que ha dado lugar al rescate de este
personaje festivo del poder colonial y republicano con el Taita
Carnaval; a la "loma de los barrios" en alegre juego con agua entre
jorgas de jóvenes, hombres, mujeres y niños, y el posterior baile en la
calle mojada o en los solariegos patios de casas cuya arquitectura habla
del trasplante ibérico, fueron incorporándose los desfiles de comparsas
de fines de los años sesenta, comunes en los hermanos países centrosur
del continente, las fogatas bailables, y los entierros de Taita
Carnaval, sin que sean borrados los elementos fundamentales de la
tradición, en medio de los "altovolúmenes" de los aparatos eléctricos,
con una tecnología rotunda de la comunicación, que penetra por todos los
poros de las sociedades, pero que lanzan en nuestro medio, a todos los
vientos, los versos que se inician con:
"¡Al golpe del carnaval,
Todo el mundo se levanta!..."
Todo el mundo se levanta!..."
Me ayudo de mucho, gracias
ResponderEliminar